Leyenda Ahtamar

Hace mucho tiempo, en los tiempos inmemoriales, habia al rein Artashes una bella la hija nombrado Tamara. Los ojos de Tamara brillar como las estrellas en la noche, y el cuero blanquecia como la nueve sobre las monta;as. Su risa murmuraba y sonaba, como el agua del manantial. La gloria sobre su belleza iba en todas partes. Y el rein Midia mandaba a los consuegros a reino Artashes, el rein de Siria, y muchos reinos y principes. Comenzaba a temer el rein Artashes que alguien vendra por la bella con la guerra o malo raptara a la chica antes, que el solucionara,a devolver a quien a la hija en la mujer. Ha ordenado entonces rein construir para la hija oro palacio en la isla en medio del lago Van, le ha dado por las servidoras solamente a las mujeres y las muchachas que nadie turbe la tranquilidad de la bella. Pero no sabia el rein que el corazon de Tamara no fue libre. Lo devolvia ella no reino y no al principe, y el muchacho pobre, que nada tenia sobre luz excepto la belleza, la fuerza y la valentia.
;Quien recuerda ahora, como lo llamaban? Ha tenido tiempo para cambiar Tamara de los jovenes por la mirada y la palabra, el juramento y el beso.
Pero aqui los aguas Van se han acostado entre enamorado. Sabia a Tamara que por la orden del padre de dia y de noche sigue el guardian a aquello, si no zarpa de la costa la lancha a la isla prohibida. Esto sabia y su querido. Y una vez por la tarde, errando en la melancolia por la costa Van, ha visto el el fuego lejano en la isla.
Peque;o como chispa, trepidar el en la oscuridad, como si tratando de decir algo. Y mirando atentamento a lo lejos, el joven ha susurrado:
-; La hoguera Lejana, si me envias la luz?
-; Si no ti - la bella amable el saludo?
Y el fueguecillo, como si respondiendolo, se ha inflamado es mas brillante. Entonces ha comprendido el joven que querido lo llama. Si con la ofensiva de la noche ser puesto en marcha a traves del lago a nado – ni un guardian no notara al nadador. La hoguera en la costa servira de faro que no perder en la oscuridad.
Y enamorado ha saltado al agua y se ha puesto a nadar a luz lejana, alta, donde esperaba su hermoso a Tamara. Navegaba mucho tiempo el en los aguas frias oscuras, pero la flor,escarlata de fuego domicilaba el valor en su corazon. Y solamente la hermana modesta del sol la – Luna que contempla por las nubes del cielo oscuro,fue testiga del encuentro enamorado. La noche era conducida por ellos juntos, y a la ma;ana el joven ha sido puesto en marcha de nuevo en el regreso. Asi el acero ellos encontrarse cada noche. Por la tarde de Tamara razar fuego en la costa que querido vea, donde navegar. Y luz de la llama servia al joven de los aguas oscuras que abren por la noche las puertas en los mundos subterraneos poblados enemigos a la persona acuatico por los espiritus.
-;Quien recuerda ahora, mucho tiempo o conseguia enamorado guardar brevemente el misterio?
Pero una vez zarista el criado ha visto al joven la ma;ana que vuelve del lago. Sus cabellos mojados atascado, y de ellos goteo el agua, y la persona feliz parecia cansado. Y el criado ha sospechado la verdad. Y por aquella tarde, un poco antes del crepusculo, el criado se ha escondido despues la piedra en la costa comenzaba a esperar. Ha visto, como se ha encendido la hoguera lejana en la isla, y ha oido el chapoteo facil, con que ha entrado en el agua el nadador. Todos los ha examinado el criado y se ha dado prisa en por la ma;ana a reino. Estar enojado el reino que la hija se ha atrevido a querer tras ello, y aun mas enojado a aquello que ha querido ella a no uno de los reinos poderosos que pedia la mano de ella, y el muchacho pobre!
Ha ordenado a los criados ser el rein cerca de la costa preparado con la lancha rapida. Y cuando la oscuridad comenzaba bajarse, el reinos la gente se ha puesto a nadar a la isla.
Cuando han pasado a nado ellos mas de mitades de la via, en la isla florecio la flor roja de la hoguera. Y los criados del rein se han apoyado en el remo, teniendo prisa. Que viene a la costa, han visto ellos a la bella de Tamara vestida en cosido por el oro de la ropa, perfumada por los olios perfumados. De debajo de su gorrito multicolor cayo a los hombros negro como la agata los rizos. La muchacha estaba sentada en ramas en la costa el tapiz, y alimentaba fuego de las manos ramas del enebro magico. Y en sus ojos que sonrien como en los aguas oscuras Vana ardian las hogueras peque;as. Ver de los huespedes no invitados, la muchacha en el susto se ha puesto en pie y ha exclamado:
-Usted, el criado padres!
- Matar de mi!
-Imploro uno – no apagais fuego!
Y la rada lamentar los criados zaristas a la bella,pero temia de la ira Artashes. Han cogido rudamente ellos a la muchacha, y han traido fuera de la hoguera, en oro palacio. Pero antes le dieron ellos ver, como se ha perdido fuego, pietinado y disperso por las botas rudas. Lloraba amargamente Tamara, escapndo de las manos de los guardianes, y la muerte de fuego le parecia por la muerte querido. Asi esto fue. Sobre el medio de la via fue el joven, cuando los aguas oscuras han tirado en la profundidad, llenando ahogo por el frio y el miedo.
Ante el estaba la oscuridad y el no sabia, donde navegar en la oscuridad. Luchaba mucho tiempo el con la voluntad negra de los espiritus de agua. Cada vez, cuando la cabeza del nadador que ha desfallecido era mostrada del agua, buscaba su mirada con peticion en la oscuridad de la luciernaga roja. Pero no encontraba, y de nuevo navegaba al azar, y los espiritus de agua giraban de ello,la anulacion de la via. Y al fin el joven ha sido sacado de las fuerzas.
“ Ah, Tamara!” – ha susurrado el, la ultima vez siendo mostrada del agua.
-;Que no has protegido fuego de nuestro amor?
Ha caido de veras a mi el destino desaparecer en el agua oscura, en vez de la boca en el campo de batalla, como es puesto la guerra!?
“ Ah, Tamara, cual es la muerte mala! Esto queria decir el, pero ya no el tenebre.
Solamente uno a el ha sido suficiente la fuerza exclamar: - “Ah, Tamara!”
“Ah,Tamara!”- ha cogido el eco,- la voz cadgi, los espiritus del viento, y ha sufrido sobre los aguas Vana.
“Ah,Tamara!” Y el rein ha ordenado para siempre afilar a la bella de Tamara en ella palacio.
En la monta;a y el dolor hasta el fin de los dias lloraba ella querido, no quitando la toquilla negra con suelto de los cabellos. Muchos a;os han andado desde entonces- cada recuerdan de su amor doloroso. Y la isla sobre el lago Van es llomada desde entonces - “Ah-Tamar!”